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El Divorcio en el Islam

El Divorcio en el Islam

El Islam permitió el divorcio y separación entre la mujer y el hombre en algunas condiciones especiales. No obstante lo considera un acto detestable e indignante y lo ha reprochado en las narraciones:

El Imâm As-Sâdiq (P) dijo:

"A Dios le agrada la casa en donde se realiza una boda, y se indigna con la caso en donde se realiza un divorcio. Ante Dios no existe nada más indignante que el divorcio".[82]

Este mismo Imâm (P) dijo:

"Entre los actos halâl o permitidos, no existe un acto peor que el divorcio. Dios considera enemigos a los hombres que repetidas veces se divorcian y repetidas veces vuelven a contraer matrimonio".[83]

Así también relató:

"Cuando avisaron al Mensajero de Dios (BP) que Abu Aîûb tenía la intención de divorciarse de su esposa dijo: "Comete un pecado al divorciarse de Umm Aîûb".[84]

El Imâm Muhammad Bâqir (P) narra que el Mensajero de Dios (BP) dijo:

"El Arcángel Gabriel me recomendó tanto a las mujeres que creí que divorciarse de ellas no es permitido solo en caso de que hubiesen prostituido públicamente".[85]

El Imâm As-Sâdiq (P) dijo:

"Casaos pero no os divorciéis, ya que el Empírio de Dios tiembla cuando alguien se divorcia".[86]

El Mensajero de Dios (BP) dijo:

"Dios entre lo permisible no tiene nada más querido que el casamiento y nada más odiado que el divorcio".[87]

El divorcio, desde la perspectiva del Islam, es un acto abominable del cual debe evitarse hasta donde sea posible. Este acto que hace temblar al Empíreo de Dios fue reprochado fuertemente, sin embargo es permisible en algunos casos. Para evitar el divorcio se ha luchado en contra de sus causas. A continuación mencionamos algunas de éstos:

1. Uno de los factores del divorcio es el desinterés del hombre hacia su esposa legal y el enamorarse de otras mujeres. Uno de los factores principales de esto es la falta de hiÿâb o el mal hiÿâb de las mujeres y galanteo de los hombres. Cuando un hombre en las calles ve a una mujer más bella y atractiva que su esposa, es posible que se enamore de ella y se pierda interés en su esposa. Cuando regresa a su hogar con excusas y pretextos amarga su vida llegando muchas veces hasta el divorcio.

El Islam para prevenir este suceso, por una parte recomienda a las mujeres que cuiden de su hiÿâb y no expongan su belleza a la vista de hombres no-íntimos, no se maquillen y no coqueteen para otro que no sea su esposo. Por otra parte a los hombres recomienda que no miren a las mujeres no-íntimas y eviten bromear y hablarles con dulzura. En caso de que sin querer vean a una mujer no-íntima no la persigan con los ojos, y de inmediato bajen sus miradas.

2. El segundo factor del divorcio es el desaliento mutuo entre el hombre y la mujer, y no satisfacerse en las relaciones sexuales. Muchos de los divorcios y descarríos son como consecuencia de que la mujer o el hombre no satisfacen por completo sus instintos sexuales.

El Islam para prevenir esto recomienda a las mujeres que vistan sus mejores ropas en casa, se maquillen y arregle como le agrada a su esposo. Así también recomienda a los hombres que atiendan su limpieza y afeiten sus caras, y dentro de la casa vivan también arreglados.

Por otra parte recomienda a la mujer y al hombre que cuando realicen el acto sexual y se satisfagan, no piensen sólo en satisfacer sus instintos sexuales, sino que también tengan en cuenta el satisfacer los de su pareja.

3. El tercer factor son los malos tratos y mal carácter, así como los pretextos, riñas y obstinaciones de la mujer o del hombre. Las estadísticas han mostrado que los factores más importantes de la mayoría de los divorcios es la incompatibilidad de caracteres entre la mujer y el hombre.

El Islam para prevenir esto y fortalecer los fundamentos de la familia, ha ordenado a cada uno de ellos una serie de derechos y obligaciones que deben cumplir. Además de esto recomendó que dejen a un lado el sentimiento de superioridad, despotismo y obstinación, y sean perdonadores y caritativos, y resuelvan sus diferencias de gustos y opiniones en forma intelectual y con justicia.

Las obligaciones de carácter y morales de la mujer y el hombre fueron analizados en los libros de moral mencionados en el transcurso de este libro.

4. Otro factor que el Islam previó para resolver las diferencias entre la mujer y el hombre y evitar el divorcio es el asunto de crear un consejo de mediadores compuesto por dos personas: Uno por parte de la familia de la mujer y otro por parte de la familia del hombre. Estas dos personas pueden ser familiares de cada uno de ellos o extraños.

El Sagrado Corán dice:

﴿ وَ إِنْ خِفْتُمْ شِقاقَ بَیْنِهِما فَابْعَثُوا حَکَماً مِنْ أَهْلِهِ وَ حَکَماً مِنْ أَهْلِها إِنْ یُرِیدا إِصْلاحاً یُوَفِّقِ اللَّهُ بَیْنَهُما إِنَّ اللَّهَ کانَ عَلِیماً خَبِیراً ﴾

«Si teméis una ruptura entre los esposos, nombrad un árbitro de la familia de él y otro de la de ella. Si desean reconciliarse, Dios hará que lleguen a un acuerdo. Dios es omnisciente, está bien informado». (4:35)

El consejo de mediación para reconciliar a la mujer y al hombre realiza una sesión e invita a los dos. Pregunta respecto al asunto del problema. Escucha a cada una de las partes con completa atención y justicia. Amable y amigablemente recuerda y hace saber a la parte que no tiene la razón. A cada uno de ellos los familiariza con sus obligaciones. Luego los invita a ser perdonadores, tolerantes, respetar las obligaciones matrimoniales y procurar fortalecer los fundamentos sagrados del matrimonio, haciéndolos ver los malos resultados de las diferencias y la separación, reconciliándolos a través de este medio.

Debemos recordar que la reconciliación que realizan los mediadores islámicos es muy diferente a la que se realiza por medio de la fuerza de la ley. La reconciliación por medio de la ley es tal y como la paz entre dos socios o dos vecinos o dos enemigos, en la que se ven obligados a no sobrepasar los derechos uno del otro. Pero la paz que el Islam realiza a través del consejo de mediadores no tiene obligación legal, sino que se lleva a través de la eliminación de los desagrados internos, sacando de raíz la causa de las dificultades, tratando de realizar un acuerdo, fortaleciendo el apego familiar, dando ánimo a la vida y regularizando las relaciones entre la pareja.

Las concesiones de este acuerdo en la primera reconciliación, no es oculto para nadie. Pero en caso de que los árbitros después de analizar y realizar lo necesario llegan a la conclusión de que las dificultades entre la pareja son demasiado profundas, se han apagado por completo las llamas del amor e intereses del matrimonio y no existe ninguna esperanza de reconciliación, inclusive a través de la recomendación del perdón e indulgencia, en este caso desisten y los dejan para que ellos mismos se divorcien, o les recomiendan la separación.

5. El quinto factor que puede ser causa de divorcio, es el pago de la dote. El hombre si antes ya había pagado la dote a su esposa no tiene derecho a pedir que se le devuelva. En caso de que no la hubiese pagado tiene la obligación de pagarla completa cuando se lleva a cabo el divorcio.

El Sagrado Corán dice:

﴿ وَ إِنْ أَرَدْتُمُ اسْتِبْدالَ زَوْجٍ مَکانَ زَوْجٍ وَ آتَیْتُمْ إِحْداهُنَّ قِنْطاراً فَلا تَأْخُذُوا مِنْهُ شَیْئاً أَ تَأْخُذُونَهُ بُهْتاناً وَ إِثْماً مُبِینا * وَ کَیْفَ تَأْخُذُونَهُ وَ قَدْ أَفْضى بَعْضُکُمْ إِلى بَعْضٍ وَ أَخَذْنَ مِنْکُمْ مِیثاقاً غَلِیظاً ﴾

«Y si queréis cambiar de esposa y le habíais dado a una de ellas un quintal, no volváis a tomar nada de él. ¿Ibais a tomarlo con infamia y pecado manifiesto? * Y ¿cómo ibais a tomarlo, después de haber yacido y de haber concertado ella con vosotros un pacto solemne?». (4:20-21)

La dote es un derecho legal tanto religioso como civil y la mujer puede recibirla por cualquier medio que elija. Si el hombre no dio la dote a la mujer, cuando se divorcie deberá pagarla al contado. Si la dote es una propiedad o una suma alta, puede hasta cierto punto evitar el divorcio especialmente en las personas indigentes o de pocos ingresos.

6. Otro de los factores es el cuidado de los hijos, así como proveer los gastos que necesitan estos, que el hombre tiene la obligación de cubrir. En caso de que la situación de la familia sea normal y vivan juntos, la mayoría de las mujeres se encargan de la obligación de los hijos. Por lo tanto los hombres tienen tiempo para trabajar y proveer los gastos de la familia.

Pero si se divorcian, la vigilancia y el cuidado de los hijos queda también a cargo del padre, y realizar estas dos obligaciones es muy difícil. Además los hijos necesitan a su madre, necesidad que el padre no puede satisfacer. Por lo general si el padre analiza bien la situación y piensa en los problemas a futuro, se arrepentiría de dar el divorcio.

Por lo tanto la existencia de los hijos y las responsabilidades de cuidarlos puede también ser considerado uno de los asuntos que ayudan a la permanencia y fortalecimiento de la familia así como uno de los obstáculos del divorcio.

7. Otro factor es la presencia de dos testigos justos. Para que el divorcio sea válido el Islam ha puesto como condición la presencia de dos testigos justos y de carácter intachable. Otra de las condiciones es que sea pronunciada en árabe correcto la fórmula verbal del divorcio, y no cualquiera puede hacerlo.

Por otra parte cuando se realiza la fórmula verbal y para que tenga validez deberán estar presentes dos testigos justos y de carácter intachable, para que escuchen esta fórmula y en caso necesario den testimonio.

Tomando en cuenta que no es tan fácil y necesita tiempo encontrar a la persona que realicen la fórmula verbal y a los dos testigos justos y que su palabra tenga validez, detiene al hombre de apresurarse en conseguir el divorcio.

Durante todo este tiempo es posible que el hombre recapacite, disminuya su enojo y obstinación, reflexione bien en las malas consecuencias del divorcio así como los diferentes futuros problemas, y cambie de opinión.

Los amigos y consultores bien intencionados también pueden ayudarle en este asunto. Después de todas estas condiciones todavía el sabio que realiza la fórmula verbal y los dos testigos justos no dan inmediatamente el divorcio; sino que tratan de resolver los problemas y reconciliarlos, y en caso necesario retrasan el divorcio para que tengan más tiempo para pensar en el futuro y arrepentirse. El Islam, ya que se opone al divorcio, trata de evitarlo a través de cualquier medio posible.

8. Después de que fue realizado el divorcio con todas sus condiciones y pasado por todas estas etapas, todavía el Islam no considera terminado el matrimonio, sino que determina un tiempo llamado 'iddah[88] y en el divorcio raÿ'î permite al hombre regresar con su ex esposa sin que necesite de una nueva dote o de leer nuevamente el seegheh 'aqd o contrato matrimonial.

El Islam da gran valor al cuidado y continuación del matrimonio, que inclusive después de haberse realizado el divorcio y en el período de 'iddah da la oportunidad al hombre de que recapacite y en caso de que desee, regresar con su ex esposa.

La Filosofía de la Legislación del Divorcio

Es posible que alguien critique el fundamento de la ley Islámica del divorcio y diga: "Si el divorcio realmente fuese detestado por la ley islámica –tal y como fue dicho– ¿por qué no lo prohibió? Básicamente ¿puede ser algo halâl o permisible y al mismo tiempo indignante? ¿Por qué el Islam permite el divorcio y cuál es su filosofía?"

En respuesta debemos decir que al mismo tiempo que el divorcio es un acto insolente e indignante, pero en algunos casos es una necesidad que no puede evitarse; por ejemplo, la amputación de un miembro del cuerpo es un acto doloroso e indignante, no obstante en algunos casos la amputación es necesaria y a favor de la persona, lo mismo sucede con las enfermedades cancerosas.

Si la continuación del matrimonio tanto para la mujer como para el hombre trae sufrimiento, dolor y es imposible de soportar, no existiendo otro camino más que la separación, el divorcio es el mejor camino para solucionarlo. Como, cuando las llamas, de la bondad y amor del hombre se han apagado por completo y no quiere más a su esposa. En un caso como este, la mujer ha dejado de ser querida y de ser atractiva para su esposo, derrumbándose los fundamentos de la familia. El hogar en el que no exista bondad ni amor es frío, oscuro y horrible. Deja de ser un lugar de tranquilidad para la mujer y el hombre convirtiéndose en una cárcel oscura y un infierno ardiente.

El matrimonio es un pacto natural que se realiza entre el hombre y la mujer, y muy diferente a todos los demás pactos sociales, tales como el de transacción, renta, hipoteca, paz y sociedad. Estos son pactos estrictamente sociales y legítimos en los que no interviene ni la naturaleza ni el instinto. Contrario a esto se encuentra el pacto matrimonial que es un pacto natural y tiene raíces en la naturaleza e instintos de la pareja y emana de los deseos naturales. El matrimonio se produce a través de una atracción interna entre la mujer y el hombre que desean la unión, conexión e intimidad.

Esta atracción en la naturaleza de la pareja existe en dos formas diferentes. Por parte del hombre en forma de amor, deseo y apoderamiento de la mujer. Por parte de la mujer en forma de embellecimiento, atracción, conquista y posesión del corazón del hombre. El hombre quiere apoderarse de su amada, pero la mujer quiere ser querida por el hombre y conquistar su corazón.

Los fundamentos de la familia se basan sobre estos dos pilares. Si la pareja atendió a sus deseos internos, el núcleo familiar es cálido, feliz y bello. El hombre se vuelve animoso y tiene esperanzas de su familia, se esfuerza y sacrifica para proveerla de tranquilidad y comodidad. La mujer también se siente próspera y feliz, y se esfuerza hasta el nivel de sacrificio en sus obligaciones matrimoniales, del hogar y en el cuidado de los hijos.

Pero si el hombre no quiere a su esposa legal, y detesta hablar y tener relaciones con ella, y la mujer también siente que no es querida y que su esposo no la ama, en una suposición como ésta, la familia ha perdido dos fundamentos importantes y es considerada como una ruina. Para la mujer y el hombre vivir en una familia fría y desintegrada es muy difícil y doloroso, y continuar no es conveniente para ninguno de los dos. En condiciones como éstas el Islam, a pesar de que detesta el divorcio, lo considera el mejor camino y lo permite. La ley islámica del divorcio es para situaciones como ésta.

Otro caso es la falta de compatibilidad de caracteres. Si la pareja carece de afinidad de caracteres y cada uno tiene un punto de vista diferente, los dos egoístas, rencorosos y obstinados, disputas, luchas y pleitos diarios, no aceptan consejos de nadie, se niegan rotundamente a reformarse y ajustarse, en este caso también es muy difícil y doloroso vivir en una familia como ésta, y la continuación de esta unión no es favorable ni para la mujer ni para el hombre. En un caso como éste el divorcio también es el mejor camino, acto que el Islam permite.

Por lo tanto, el divorcio en algunos casos es una necesidad social y la mejor solución y no puede prohibirse.

Es posible que algunos digan: "Suponiendo que aceptemos el permiso de realizar el divorcio en casos necesarios, pero la ley del divorcio es absoluta, y a los hombres caprichosos y sensuales les permite con la más mínima excusa separarse de su oprimida esposa que perdió su juventud, fuerza, salud, jovialidad en la casa de este hombre infiel, y la saque del hogar en el que estaba acostumbrada a vivir para que transcurrido un tiempo el hombre tome a otra como esposa. ¿Acaso permitir el divorcio en casos como éste no es una opresión para la mujer?"

En respuesta puede decirse: "el Islam tampoco esta de acuerdo con la sensualidad y con los divorcios cobardes y se opone fuertemente a esto. Ha luchado en contra de estos factores, y para realizar el divorcio puso condiciones y leyes, y creó obstáculos que hasta donde sea posible evite su realización".

Pero por cualquiera que sea la razón por la que la mujer ha dejado de ser querida ¿Qué debe hacerse? Y ¿cuál es la solución? La mujer siente que no es ya no es amada, ya no es el ama de su casa y el hombre siente despecho hacia ella. Un suceso como éste es lo más doloroso y la más grande humillación y tortura para la mujer. ¿Acaso es beneficioso mantener en casa a una mujer en esta situación, a fuerza de la ley y evitar el divorcio?

A fuerza de la ley puede mantenerse a la mujer en casa y obligar al hombre a pagar sus gastos, pero no puede crearse el amor entre ellos que es un fundamento para la vida matrimonial. Aquí también el Islam a pesar de que odia el divorcio, lo consideró como la mejor solución y lo permitió.

Es posible que algunos digan: "si el divorcio en algunos casos es necesario y la mejor solución para resolver los problemas ¿por qué fue asignado al hombre y a la mujer no se le otorgó este derecho? Estas mismas suposiciones pueden existir también respecto a la mujer. Es posible que la mujer no quiera a su esposo y deteste seguir la vida matrimonial. En un caso como éste también puede decirse: ya que no existe amor, la vida familiar prácticamente llegó a su fin, y deberá dársele a la mujer también el derecho del divorcio".

En respuesta se dice: "La falta de amor de la mujer no puede considerarse como el fin de la vida matrimonial, sino que es uno de los signos de culpa y negligencia por parte del hombre respecto a la realización de sus obligaciones dentro del matrimonio y hacia su esposa, ya que la llave del afecto y amor de la mujer se encuentra en manos del hombre. Si el hombre realmente ama a su esposa y cumple con sus obligaciones hacia ella, y reforma su carácter y comportamiento, la mujer también generalmente se alienta y muestra esperanza e interés tratando de mantener conquistado el corazón del hombre.

Por lo tanto si la mujer muestra desinterés hacia su vida y esposo, es muestra de falla o culpa del hombre.

En un caso como éste el divorcio no es necesario, sino que deberá familiarizarse al hombre con sus obligaciones y con el arte delicado de cómo comportarse con su esposa, para que cambie su forma de ser, de hablar y su carácter, y de cualquier modo posible conquiste el corazón de su esposa y le de esperanzas.

Es posible que se pregunte: "¿Si el hombre golpea a su esposa o no la mantiene, o es rudo con ella, o no mantiene con ella relaciones sexuales, o la molesta, o la ofende y es insolente con ella, o inclusive no le da el divorcio, en este caso ¿que debe hacer la mujer? ¿Acaso deberá esperar y aguantar hasta el fin de su vida? ¿Por qué en casos como éstos no se le concedió a la mujer el derecho del divorcio para que pueda salvarse de una cárcel dolorosa como ésta?"

En respuesta se dice: "el Islam fue fundado sobre la justicia y respeto de los derechos de los individuos, y nunca permite ni confirma el mal comportamiento ni opresión del hombre hacia su esposa, sino que se opone fuertemente hacia esto defendiendo los derechos de la mujer".

La mujer en situaciones como éstas debe recurrir al consejo de arbitraje y solicitar que obliguen a su esposo a respetar la justicia y cumplir con sus obligaciones. Si tuvieron éxito, continúan con su vida matrimonial y si el hombre se negó a aceptarlo, la mujer lleva su queja al magistral religioso o al tribunal de la familia. El juez religioso invita al hombre trasgresor y le pide que deje de ser déspota y opresor, y cumpla con sus obligaciones. En caso de que no acepte lo obliga a aceptar el divorcio y si se niega, el mismo juez religioso divorcia a la mujer y toma del hombre los derechos que le corresponden a ella.

 

[82]- Wasâ’il Ash-Shî'ah, t.22, p.7.
[83]- Wasâ’il Ash-Shî'ah, t.22, p.8.
[84]- Wasâ’il Ash-Shî'ah, t.22, p.8.
[85]- Makârim Al-Ajlâq, t.1, p.248.
[86]- Makârim Al-Ajlâq t.1, p.225.
[87]- Mustadrak Al Wasâ'il, t.15, p.280.
[88]- 'Iddah del divorcio raÿ'î es el tiempo desde el momento del divorcio hasta después de que la mujer ve tres menstruaciones seguidas.